SEGURIDAD CIUDADANA
(Por: Abog. Manuel Velit Flores)
En la provincia de Chincha, como lo es en todo el Perú y en las principales ciudades del mundo, una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía es la falta de una verdadera Seguridad Ciudadana, pues como lo dice Kris Bonner, "...la seguridad es una condición necesaria para el funcionamiento de la sociedad y uno de los principales criterios para asegurar la calidad de vida".
El incremento de los índices de delincuencia: los asaltos, robos, violaciones sexuales, consumo de drogas, prostitución callejera, pandillaje y hasta homicidios que se vienen produciendo especialmente en el distrito de Pueblo Nuevo y en la ciudad de Chincha, han alertado a la población de tal manera que esta se siente insegura ante la miopía y desatino de las autoridades que, desde los Presidentes de Seguridad Ciudadana que son los Alcaldes, no actúan con eficacia ante este problema de inseguridad, disponiendo de pretendidas soluciones simplistas con criterio electorero, y no actuando sobre las causas del problema.
El término Seguridad Ciudadana es un concepto moderno que se relaciona con los orígenes del Estado de Derecho, por lo que es preciso darle solución a la problemática de inseguridad ciudadana de manera distinta a las que han empleado nuestras autoridades con ópticas de corto plazo y políticas reactivas. La Conferencia de Nápoles sobre "Prevención y Seguridad" (año 2000) afirma: "La Inseguridad no puede reducirse únicamente a los problemas de criminalidad. La Inseguridad es una problemática compleja: está atada a los problemas de sanidad, de medio ambiente, de urbanismo, de formación; es el resultado de desigualdades crecientes en el acceso a los recursos; pone en juego conflictos de intereses, sobre todo con respecto a la división y al uso del espacio y de los ritmos de la ciudad. La Inseguridad es un riesgo urbano al que hace falta darle respuestas civiles".
Estoy completamente de acuerdo con esta óptica, ya que es preciso dar una respuesta a la criminalidad de manera amplia y actuando sobre las causas del problema, ya que se ha demostrado que en la lucha contra el crimen solo con preminencia de la mano dura o tolerancia cero en lo policial y penal, dejando de lado la parte social y proactiva, se ha incrementado las denuncias por brutalidad policial y corrupción de los jueces, aunandose el hecho de que el sistema penal solo llega a sentenciar a prisión aproximadamente al 5% de los delitos cometidos. Una verdadera solución pasa por respetar tanto los intereses de las víctimas, como de la sociedad y de los infractores. Por ser un problema complejo, la solución no puede ser tratada con el simplismo de exigir penas más duras y más policías en la calle.
Acercándonos al fondo del asunto que nos ocupa, es preciso reafirmar que la Seguridad tanto de las personas individualmente como de la propia colectividad es fundamental para la vida humana, puesto que la Inseguridad como la que se vive en nuestra ciudad amenaza la calidad de vida ya deteriorada de nuestros vecinos, traumatiza a las víctimas de hechos criminales y anula la voluntad cívica, por que afecta a la esencia misma de la dignidad humana y a la vida en sociedad.
Para entender la manera correcta de como debe manejarse el tema de la Seguridad Ciudadana en nuestra provincia, debemos tener en cuenta el punto tercero de la Declaración Final del Seminario de reflexión científica sobre el delito y la seguridad de los habitantes (Costa Rica, 1995), que afirma: "...Un concepto verdaderamente amplio y comprensivo de seguridad de los habitantes tiene que comprender no solamente la tranquilidad de no ser víctima de hechos delictivos sino, también, la de vivir en un estado constitucional de derecho y la de participar de los beneficios del desarrollo en materia de salud, educación, vivienda, ocio y todos los ámbitos del bienestar social. El concepto es el de desarrollo humano sostenible, que tiene la equidad como principio".
Es por ello que no podemos decir que se está proporcionando Seguridad Ciudadana a la población, al adquirirse en época de elecciones municipales, camionetas, motocicletas y personal de serenos que se dedican a dar vueltas por la plaza de armas o hacer "táctico" (estacionamiento) en el frontis de la Municipalidad, sin trabajar la parte operativa con la Policía Nacional del Perú y la población organizada, tal como lo establece la norma rectora en la materia. Tampoco es seguridad ciudadana proporcionarle a los vecinos un silbato, una vara y desearle buena suerte, tal como descaradamente lo anuncian los Alcaldes Presidentes de Seguridad Ciudadana de sus comunas como si fuera una gran hazaña, poniendo por el contrario, en serio riesgo la integridad física y la propia vida de los vecinos y su familia.
Un trabajo efectivo será realizado con el concurso de la Policía Nacional y la Municipalidad, con el uso de tecnología (cámaras de video-vigilancia en puntos críticos de la ciudad, equipos de comunicaciones, unidades vehiculares en óptimo estado de funcionamiento, central de control y monitoreo, etc.), y la participación de la población organizada no es la de enfrentar a los delincuentes, sino la de proporcionar información confiable, tener a mano los números de teléfonos de emergencia, avisar oportuna e inmediatamente a la central de Seguridad Ciudadana sobre un hecho delictivo, puesto que una buena organización de Serenazgo mantendrá un vehículo y personal presto a intervenir, con apoyo de la PNP, en el sector en que se produce un hecho delictivo.
La parte medular del asunto va más allá de controlar la ciudad de la manera descrita anteriormente, que siendo de gran importancia, no es lo único que se debe tener presente si en realidad pretendemos proporcionar Seguridad a nuestros conciudadanos. Las Municipalidades se deben proyectar hacia los aspectos de prevención y de conciliación, ya que siendo entes de servicio público, estos deben proporcionar servicios útiles y de calidad, evitando las tensiones de la sociedad, siendo más sensibles a las necesidades e intereses de los ciudadanos, atendiendo sus requerimientos, capacitando y asesorando a la población desde las Organizaciones Sociales, con apoyo social para quienes mas lo necesiten sin condicionarlos a dar su apoyo politico, no manipularlos por medio de dirigentes adeptos ni chantajear a ciudadanos honestos; administrando la cosa pública con transparencia y honestidad y acercándose lo más próximo al ciudadano, con todo lo cual estaremos trabajando por una ciudad más segura.
De lo antes señalado, es claro que debe replantearse radicalmente el manejo de este y otros temas municipales, por lo que debe darse un VERDADERO CAMBIO que garantice a nuestros hijos, una Chincha más justa, más ordenada y más segura.